En cuanto a la propuesta en agricultura, se han desarrollado varias líneas de investigación: el cultivo de diversas especies y la experimentación sobre la construcción de silos de diversas morfologías y con diversas herramientas (de madera o metal) y sobre su utilización y amortización.
La propuesta inicial contemplaba trabajar simultáneamente dos parcelas de 100 m2, una con trigo común y otra con cebada vestida, dos de los cereales más comunes en las muestras arqueobotánicas recuperadas tanto en Els Estinclells como en otros yacimientos arqueológicos de la llanura occidental catalana.
Este experimento impulsó la experimentación con la vid y el olivo.
El objetivo no era únicamente producir, se buscaba experimentar tanto en la explotación como en la elaboración de productos finales (harina, vino y aceite principalmente).
El cultivo de los cereales está reservado al área occidental del CEP y está estructurado en dos áreas, una dedicada a la experimentación propiamente científica y la otra al proyecto didáctico.
Se podría considerar que la hipótesis de partida de la rama agrícola era valorar si se podía reconstruir la vegetación y los cultivos antiguos a partir de las muestras de la arqueobotánica.
En este sentido, fue clave tener presentes los diversos pasos de procesamiento de los alimentos para organizar el espacio del área agrícola del CEP. Nos referimos a: la limpieza (pisoteo, ventilado, aventado, cribado, etc.), procesamiento (molinos, morteros, etc.) y transformación (cocción, hervido, etc.) de los productos vegetales.
Todas estas líneas de investigación llevan a valorar aspectos susceptibles de ser reconstruidos históricamente, como la agricultura y sus procesos, la alimentación y cuestiones culinarias, la medicina, la economía, etc.
Las plantas son una parte muy importante en todas las culturas históricas y no menos en la protohistórica; no hay que olvidar que, además de los aspectos mencionados anteriormente, el mundo vegetal tiene un interés relevante en el mundo cultural y religioso.
Para llevar a cabo las diversas experimentaciones relacionadas con el mundo de la agricultura, se han utilizado en todo momento criterios científicos.
En el CEP se considera que los experimentos deben satisfacer los requisitos arquitectónicos y técnicos, y también deben estar sujetos a la prueba del tiempo, si como en este caso concreto el experimento tiene que ver con la agricultura, el detalle debe ser aceptable para el agrónomo y el especialista en cultivos.
Una vez se ha completado el experimento se hace una comparación de los resultados de la prueba y de los datos arqueológicos.
Si hay correlación, la hipótesis es válida, si no es así, hay que rechazar la hipótesis inicial. La misma experimentación y sus resultados pueden hacer que, en caso de llegar a la segunda posibilidad, se puedan formular otras hipótesis al respecto.
Actualmente, en el CEP se ha detenido la experimentación sobre los cereales, pero se pueden visitar las producciones de viña y olivos, elementos relacionados con la producción de la prensa localizada en el poblado ibérico. Además, de los silos experimentales de diversas morfologías y sus respectivos diferentes momentos de funcionamiento.
En el área del “pequeño campo de silos” experimental se pueden ver varios silos vacíos: uno troncocónico, uno globular y uno cilíndrico, además de uno sellado.
Todos los puntos de interés:
1. Área de foso y muralla
2. Entrada y puerta del poblado
3. Calle circular y balsa
4. Barrio de casas complejas
5. Barrio de casas simples
6. Taller de prensado
7. Área libre de edificaciones. Silos y cubetas
8. Barrio de casas sencillas
9. El Camp d’Experimentació de la Protohistòria
10. Área de agricultura
11. Área de artesanía
