En este segundo tipo de casa serían las de planta trapezoidal simple, que ocupan un promedio de 33 m2 de solar y generalmente están divididas en dos estancias.
Estas casas conforman el grupo más numeroso del poblado: casas 7, 8, 9, 10, 11, 13, 14, 15, 16, 17, 18 y 19. Estos recintos no aportan indicios claros de tener un segundo piso.
Respecto al barrio de casas complejas, se observa una diferencia notable, pasamos de las viviendas del sector social preeminente a casas mucho más modestas.
Estas diferencias muestran las desigualdades sociales internas que podían darse entre los habitantes de Els Estinclells, algo característico de cualquier fenómeno urbano.
Estas casas simples son las únicas que presentan rastros de incendio, aunque parece claro que fue una destrucción no súbita o violenta, ya que tanto en la casa 9 como en la 10, una vez excavadas las cenizas y el material quemado, aparecen pavimentos vacíos de materiales móviles metálicos o cerámicos in situ.
El hecho de que estas casas se incendiaron ha permitido conservar restos de techo con improntas de elementos vegetales caídos. Esto ha ayudado a interpretar cómo eran los techos de estas casas y, al mismo tiempo, ha facilitado la identificación de los elementos vegetales que utilizaban los íberos en los procesos de construcción.
Entre todas las casas simples, cabe destacar la número 10. Esta presenta un esquema claramente diferente. La planta es ligeramente trapezoidal, mide alrededor de 18 m² y está dividida en tres ámbitos.
En este sentido, es la más pequeña de las casas sencillas y destaca el hecho de que presenta sus accesos en el muro lateral izquierdo y no en la fachada como lo hacen las demás. Este espacio ha sido interpretado como el cuerpo de guardia que se encargaba de la defensa y protección del poblado.